Cisternino está situado en el corazón del Valle de Itria en Puglia y ha sido incluido en la prestigiosa lista de los pueblos más bellos de Italia.
Se encuentra a 60 km de Brindisi, 75 km de Bari y 40 km de Taranto. Durante siglos, caracterizada, como muchas otras comunidades de la zona, por una economía predominantemente agrícola. En los últimos años ha podido aprovechar al máximo su belleza histórica y natural, convirtiéndose en uno de los “lugares más característicos de Puglia”.
Habitado desde el Neolítico, ha sido dominado a lo largo de los siglos por normando-suevas normandos y borbones.
Muchos turistas, italianos y extranjeros, se aglomeran en las estrechas calles del casco antiguo donde se extiende en el aire el inconfundible olor a carne asada. De hecho, hay muchas carnicerías que permiten elegir la carne del refrigerador (salchichas, “bombette”, “gmumeredd”, brochetas) que una vez cocinada se sirve en las mesas.
Qué ver en Cisternino
El corazón de la ciudad es la Plaza Garibaldi donde se encuentra la Gran Torre (período normando-suevo) de 17 metros de altura y en la que destaca la estatua de San Nicolás de Bari.
Interesante ejemplo de arquitectura religiosa renacentista es la Iglesia Madre de San Nicolás, que alberga en su interior unas hermosas esculturas de piedra, en particular la “Madonna del Cardellino” realizada en 1517 por Stefano di Putignano.
De particular interés son también la Iglesia de los Mártires Patrones Quírico y Julita, la Santa María de Constantinopla y el Santuario de la Virgen de Ibernia.
La localidad también cuenta con el mayor pulmón verde de la provincia de Brindisi: 400 hectáreas de bosque y matorral mediterráneo (conocido como Bosco Monti Comunali).
Avanzando hacia el campo hay encantadores trulli, viñedos, olivos y los inmaculados muros de piedra seca que caracterizan el paisaje del Valle de Itria.
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