Encantadora ciudad que domina el mar Adriático, Brindisi presume de una historia centenaria gracias a su posición estratégica como “Puerta de Oriente”. En la antigüedad fue uno de los puertos más importantes del imperio y algunas carreteras como la Via Appia, la Regina Viarum y la ViaTraiana lo conectaban directamente con Roma, Caput Mundi.
Desde Brindisi Julio César partió a la conquista de Egipto, Cicerón escribió las “Cartas de Brindisi” y Virgilio pasó sus últimos días allí. En la Edad Media, muchas tropas cruzadas se reunieron en su puerto para llegar a Tierra Santa.
El puerto y el aeropuerto hacen de Brindisi un punto de referencia decisivo para el turismo en Puglia a nivel nacional e internacional.
La Columna Romana que vigila la ciudad desde hace siglos
Para los que llegan a la ciudad por mar, los visitantes son recibidos por una majestuosa columna romana del siglo II d.C., de más de 18 metros de altura, situada en lo alto de una hermosa escalera de 259 escalones desde la que se puede disfrutar de una excepcional vista panorámica.
Hasta el año 1528 había dos columnas, pero un terrible terremoto hizo que una de ellas cayera. Sus restos permanecieron en el suelo durante más de 100 años y fueron donados en 1657 a Lecce para la construcción de un monumento en honor de San Oronzo, que habría salvado la ciudad de la peste.
El Castillo Alfonsino
En la boca del puerto exterior, en la isla de Sant’Andrea, se encuentra el imponente Castillo Alfonsino, una fortificación de finales del siglo XVI construida por Felipe II de Habsburgo. Actualmente es administrado por la Marina Militar y puede ser visitado gratuitamente previa reserva.
El Monumento al Marinero
Se trata de una estructura de hormigón armado cubierta con una piedra particular de color dorado en forma de timón de más de 53 metros de altura. Se construyó en el puerto por voluntad de Mussolini en 1933 para conmemorar a los 6000 marineros que murieron durante la Primera Guerra Mundial y el importantísimo papel que desempeñó Brindisi en las operaciones bélicas. Hoy en día es sin duda uno de los monumentos más queridos por los ciudadanos. Es gestionado por el Ayuntamiento de Brindisi y puede visitarse desde la plaza situada detrás del puerto, en el barrio de Casale. Subiendo al punto más alto por una escalera de caracol o por un ascensor se puede disfrutar de una excelente vista panorámica de la ciudad.
Visitas gratuitas: Abierto todos los días (excepto los jueves) de 9.00 a 13.00 y de 16.20 a 19.00. Lunes 10.30-17.10
Paseo marítimo
Un recorrido por el elegante paseo marítimo es una obligación para cualquiera que visite Brindisi. Además del monumento al Marinero, paseando podrás admirar la hermosa columna romana que se levanta sobre la escalera Virgilio. No es raro ver elegantes yates atracados en el puerto de que no pasen desapercibidos!
Cerca del puerto podrás tomar un café o comer los mejores platos de la cocina local en absoluto realax y a pocos pasos del mar.
Plaza Duomo: el corazón del centro histórico
La Plaza Duomo alberga algunos de los monumentos más importantes, como la hermosa Catedral románica, la logia del “Palazzo Balsamo” y el Museo Arqueológico Provincial “Francesco Ribezzo”, al que se accede a través de un precioso puerto llamado “Caballeros Gerosolimitani”. El Museo conserva epígrafes, estatuas, bronces y cerámicas que, a partir del Paleolítico, permiten recorrer las distintas etapas de la historia de la ciudad.
Muy interesantes también, la Iglesia de San Giovanni al Sepolcro (un lugar de culto de estilo románico que se remonta al siglo XI, con un espléndido portal de mármol finamente decorado) y la Iglesia de San Paolo Eremita (un espléndido ejemplo de arquitectura gótica).
Una panorámica de Brindisi en algunas imágenes espectaculares
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