La costa de Lecce: el Caribe italiano

La costa de Salento leccese asoma al mar Adriático y al mar Jónico y en los últimos años ha registrado un verdadero auge en términos de presencia turística. La razón es fácil de explicar: la extraordinaria belleza del mar y de las playas que en la mayoría de los tramos han mantenido una naturaleza salvaje que no puede dejarte indiferente.

Amplias extensiones de arena, con las típicas dunas adornadas por un suntuoso maquis mediterráneo, se alternan con extensiones rocosas, los famosos “faraglioni”, desde donde es posible sumergirse en aguas cristalinas. A “defender” a los bañistas las encantadoras “Torres Costeras” construidas en el siglo XVI para proteger a la población de los frecuentes ataques sarracenos.

Si te gusta el buceo, ponte una máscara y aletas y explora el hermoso fondo marino rocoso y arenoso, hazte “amigo” de la exuberante flora y fauna.

Además, imperdibles las innumerables cuevas, muchas de las cuales conservan la memoria del paso de los hombres que vivieron hace docenas de siglos.

Paisajes que te dejan sin palabras

Desde playas concurridas donde encontrar un lugar libre puede ser a veces realmente una “azaña” hasta pequeños lugares semidescubiertos donde pasar unas horas de descanso con tu familia, la costa de Lecce realmente ofrece de todo.

Desde el punto de vista cromático, el mar adquiere un color azul oscuro cuando se observa desde los altos acantilados que dominan el mar Adriático, y más suave pero variado en sus matices cuando se observa desde las playas arenosas o los bajos acantilados del mar Jónico.

Las playas están rodeadas por grandes extensiones de olivos centenarios, grandes viñedos y higos chumbos que crecen espontáneamente regalando sus frutos al final del verano. Muy característico es también el almendro que empieza a florecer, generalmente, en el mes de febrero.

Los pueblos, generalmente poco poblados, tienen un aspecto típicamente mediterráneo y se caracterizan por el blanco intenso de los edificios que las hacen deslumbrantes en los días soleados.

En este fantástico viaje entre los dos mares veremos cuáles son algunas de las playas que no hay que perderte tanto en el lado del Adriático como en el del Mediterráneo.